Ser

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Es este un espacio para la interacción entre la realidad de un ser real y la experimentación surreal de un ser virtual...

lunes

Un día les ví, no les olvidaré...

Un dia estaba junto a un amigo de aquellos con los que uno da sus primeros pasos en una cuadra como la mía, un cuadra larga de calles sin pavimentar para ese entonces y con mucha gente que era amiga y bien recibía a todo aquel que venía. Fácil era, sí que lo era pues todo el que ahí -o aquí- iba-o venía- lo hacía con ideas parecidas: algo mejor, para sus hijos sobre todo. La amistad que tuve con aquel de a quien menciono se pareció a la que tuve y tengo con algunos otros pero bueno, ese no es el caso. Acá quisiera contar sobre la vez que juntos estábamos con mucha adrenalina y emoción aferrados a una baranda que dividía a las personajes cercanas a quienes toman decisiones de ciudad y los demás, los que les hemos visto de la barrera para acá. A nosotros nos importaba un bledo, no habíamos ido ahí para que elogiar nuestra ropa o admiran nuestro lexico, habíamos ido ahí por otra razón, habíamos ido ahí sencillamente porque el tiempo nos había llevado ahí. Toda la semana lo habíamos programado, decían que era algo así como el homenaje a los años dorados o algo así, demás calificativos para señorar la edad de los artistas que se presentarían ese día. Nosotros sólo esperábamos verle salir, sin embargo, antes de él hubo otros y es ahí adonde voy.

Era un tipo menudito. Más bien como indioblanco, al lado suyo una señora un poco más alta que él pero menuda también. Ella con un cabello como rubio aunque no rubia. La gente aplaudio con solo verles. Nosotros habíamos escuchado algo de ellos por nuestra cuenta pero en realidad lo que nos movía no eran ellos, era él. Sin embargo, para sorpresa nuestra...

"Tu patria es mi patria,
tu problema es mi problema
gente, gente, tu bandera es mi bandera..."

Nos miramos. Mi amigo y yo sólo cruzamos nuestros ojos con sorpresa. ¿Son ellos? ¿En serio son los míos? No lo puedo creer... no, esperate... no lo creo. Se me eriza la piel... Y sí, se nos erizaba la piel. Nosotros fuimos a ver a otro grande y luego lo vimos, es más, luego les hablaré de aquellos pero, en este momento de lo que quiero hablar es del día en que yendo a ver a un grande nos sorprendimos con la grandeza de un dueto que siempre estuvo en nuestra cabeza por sus letras, sus canciones pero jamás supimos cuál era su imagen. Capaz que pudieron pasar por el lado nuestro y no lo sabríamos. Y es que así es la grandeza.... pasar desapercibido por su imágen física pero haber penetrado el alma de tantos con su obra. Así son Ana y Jaime, un par de señores que desde Colombia lograron decir presente en ese magnífica panorama de grandes exponentes musicales, un par de señores que pueden caminar entre la gente, yendo al mercado comprando Café o sencillamente preguntando por el Petróleo sin despertar curiosidad, pareja terrenal. Que sigan sembrando Semillas con Ricardo, cantando a Este Viento Amor y así, con su obra y su via misma embelleciendo por la eternidad las Estaciones en el Sol...


Gracias.