Ser

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Es este un espacio para la interacción entre la realidad de un ser real y la experimentación surreal de un ser virtual...

jueves

Big bang



En este preciso momento decidí empezar a dejar lo que se quiera quedar acá. O simplemente aquello que esté como Charly frente a una pileta, queriéndose manifestar. Parecía que diera click o simplemente presionara sobre el logo de la campanita y despertara el “ring”. Con algo de colores en los oídos, sonrisas esporádicas por textos que juegan al escondido para dejarse ver y lograrse sorprender continúa el enlace entre la brecha y el camino. Y le dijo al que tenía en sus manos el cuerpo de la que atravesaba sus gargantas y acompañaba el diálogo. –Quizá sea eso, los locos imanes, que traen locos a locos- y el polo se podría definir pero rápidamente se desecha como una mujer arrecha.

A veces cuando no se quiere mover la lengua los dientes dactilares hacen las veces de voz y hasta lograr hacer las veces de ojos ¿y por qué no de oídos? Es una cuestión de cuestionamientos. Ahora la distancia es un tema que se toca con elegancia mientras el artista con su ceja levanta a una pareja. Recuerdos de academia, si es que así se le puede llamar se aparecen por la ventana, exhibiéndose en una vitrina que podría ser de plata si así lo quisiese. Conjugación de verbos, arreglo de notas y mensajes cercanos a una realidad comercial –aunque no por ello pierda su subjetividad y relativa realidad- y así se entrega de a poco eso que se va quedando en la entrega que hace un rato inició. ¿Pausa o no? Con los dientes sucios sin haber comido y con las manos limpios pese a haberse untado de barro se sigue en el intento que divaga entre lo fallido, lo correcto, lo etéreo, lo concreto, lo asqueroso, lo religioso. Lo que entra por un oído y se pega de tal cantidad de cera que se queda y lo que, con agilidad, como un surfista en el mar, sigue su camino entre supuestas neuronas que ahí debieron, deben o deberán estar.

Con la bocaza cerrada y los ojos abiertos y la mugre de un teclado transmisor de la evolución tecnológica e involución romanticona se rasca las pestañas y hace pucheros. Hay un carro que debía ir muy rápido pero que el viento ha frenado. Parece haber conversaciones, sin embargo el reflejo que emanan cuando les dá de lleno el sol es extremadamente voláti. Es una supuesta pausa cobijada en un gran círculo rojo que se erige en el lugar donde debía salir el sol. Una onda que no es electromagnética tiene la fuerza de un cachalote y sus acciones son tan profundas para la tierra si cuelan en las entrañas, como un pulpo gigante en pleno desiérto submarino. Continúa la producción mundial. Es sólo son una pausa en amarillo, donde más que conciencia hay un leve descuido de la vía y se continúa con la vida, descuidada o no, vida. Y el mensaje que dibujaron le dibujan las nubes a aquel que mastica mientras piensa en ellas, en nada y en todo es que no será tan fácil entender el nuevo resplandor que para algunos será renovador y a otros simplemente quemará, como cuando quema la verdad.

-Acá ya-.