Ser

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Es este un espacio para la interacción entre la realidad de un ser real y la experimentación surreal de un ser virtual...

lunes

Casa de muñecas, inquilinos del amor.




Primero podría manifestar que la experimentación es la madre de los procesos propositivos humanos. Es ahí, a través de la exploración de sustancias y métodos donde se ha encontrado una gran fuente de construcción de sociedades desde el principio de la historia de la humanidad. La inquietud de una persona puede alcanzar escalas tan magnas como permitirse poner una huella sobre la superficie lunar. Sí, seguramente alguien dijo algún día ¿Cómo se sentirá caminar en la luna? Una inquietud como esta puede ser el inicio de tantas cosas como la mismísima inventiva humana alcance a imaginar. Ahora bien, cuando se trata de un individuo común, de aquel cuya repercusión o impacto social no atraviesa ni siquiera las escalas de su propia habitación, un mundo de inquietudes personales que transitan entre la primera de las neuronas y la punta del dedo meñique del píe izquierdo de ese alguien y nuevamente suban hasta su punto de partida sin escapar de su propio cuerpo, ¿Qué se hace? ¿Cómo esta persona alcanza a manifestar esa sensación que le inquieta por esto o aquella razón? a lo mejor a alguien como a usted o a mí, nos hemos encontrado en esa posición y en el trayecto al que llamamos vida, coincidimos con seres cuyas situación sea similar; nos sentimos identificados, y así, todo comienza un rumbo diferente junto a esa persona y de repente nos sabemos diciendo “Sí, también quisiera experimentar eso”.

La casa de muñecas es un experimento que pretende, más que responder dudas, ponerlas en manifiesto. Si esta acción trae consigo respuestas, bienvenido sea pero su en esencia es la ejemplificación de lo que una persona puede hacer para sacar a relucir todo cuanto tiene. Sí, hay quienes escriben, cantan, practican algún deporte o se acuestan con alguien y luego se acuestan con otro alguien, expresándose así, a su manera. Van dejando fluir todo cuanto adentro llevan. En este caso su creadora: Juliana Ramírez, mujer de notable talento, perspicacia e inventiva, da una nueva muestra de sus características proposiciones subjetivas con una evidente influencia contracultural y humanista, invitándonos a ser parte de este nuevo mundo que se abre ante los ojos de la gente. Alena a su vez, es el perfecto complemento motriz que consuma a la autora y su expresión conjunta. A esta hermosa mujer la conforman en toda su estructura, las diversas inquietudes humanas, siendo ella quien da inicio a la exploración corporal y espiritual con la sexualidad con principio y referencia puntual. Así, este importante elemento natural, a veces tratado con tanto misticismo, se pone en escena generando sensaciones por montones. ¿Quién dijo que hay solo dos sexos? ¿Y quién dijo que a todos nos gustan aquellas personas del sexo contrario?

Si por alguna razón sus inquietudes apuntan hacia allá, o sencillamente, si de alguna forma su interés en conocer esta exploración, alcanza para que usted se va a abocar a por hacerse parte de esta constante construcción y evolución artística, bienvenido/a sea a la casa de muñecas que para usted abre sus puertas. La oportunidad sea buena para recordarle: Todo hogar se debe embellecer y con él quien hace parte de él, entregando tanto de sí como pueda para que así sea. Esta casa de muñecas se construye día a día y necesita que sus miembros futuros, como los actuales, traigan consigo todas sus inquietudes, sus anhelos, sus sueños, abandonen los prejuicios y se permitan ser partícipes de este lindo experimento humano: un viaje en el que seguramente se encontrarán cosas que se escapan de la imaginación… una cámara, una gatita, una bicicleta, personas, personas y más personas son y serán bienvenidas pues tiene su lugar reservado en este hogar.

La casa de muñecas con amor les espera.

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